jueves, 16 de septiembre de 2010

Vísperas

El martes, festividad de la Exaltación de la Cruz, fui a Misa a la parroquia. En la homilía el párroco explicó que, antes del ofertorio, iba a dar la Extremaunción a un feligrés que dos días después [es decir, hoy jueves] iba a someterse a una operación muy delicada. Así fue, el ungido era un señor no muy mayor, de unos 70 años, delgado, acompañado de su esposa; el celebrante le impuso las manos y le ungió con óleo.

A la salida las señoras le besaban y le deseaban suerte.

Ayer, miércoles, pasé las horas con este hombre muy presente. ¿Cómo se vive cuando sabes que quizá al día siguiente vas a morir en el quirófano?

Amaneció gris, debe ser triste que el que quizá sea tu último día no amanezca lleno de luz, o a lo mejor es al revés, agradeces un tono acorde con tu ánimo. Horas después aclaró e hizo calor, y al anochecer volvió a cubrirse el cielo, ¿viviría él esto como sucesivos mensajes de Dios sobre sus posibilidades de éxito?

En la oficina pensé ¿a qué dedica uno las horas en su posible último día? Se me ocurrió que yo, si conservara el ánimo y tuviera la maleta hecha, pasaría varias horas en el Museo del Prado, en el Jardín Botánico y en el Parque del Retiro, donde tantas horas he sido feliz. Desde luego, evitaría quedarme en casa llamando a todos mis conocidos, como quien se va de viaje a Australia.

Quizá por la tarde fue a Misa; de haber leído la biografía del Cura de Ars, podría decir aquella frase que me impresionó, "Es triste comulgar por última vez", en la hipótesis de que las cosas no fueran bien.

En fin, si le gusta el fútbol tuvo mucha suerte: retransmitieron el Real Madrid-Ajax, parece ser que fue un gran partido; el Madrid ganó 2-0. A lo mejor lo vio como un buen augurio.

Por la noche me costó dormirme.





Hoy el cielo ha amanecido cubierto, y al poco ha empezado a llover.

7 comentarios:

Juan Ignacio dijo...

Más allá de la profunda realidad que nos planteas te pido que pronto te enterés que ha sucedido porque nos has dejado en un suspenso terrible.

He conocido o escuchado de quien se somete a una operación peligrosa a alta edad y nunca lo había pensado de esa forma. Quizás por un falso optimismo uno no piensa en que quizás sea el útlimo día. Y sólo espera fervientemente que todo salga bien.

Pero esta mal, porque si el fin nos puede encontrar de improviso, en este caso no se puede decir que no nos avisó. Terrible. No sé si no voy a dormir, pero que me dejaste pensando, me dejaste pensando.

Andy dijo...

Espero que nos cuentes qué tal le fue a este hombre. Espero que bien.


Yo recuerdo que hace unos años, cuando hacía Historia, una compañera de otro turno (muy joven, 20 años) falleció de muerte súbita... y el amigo de una conocida mía falleció de lo mismo más o menos en ese tiempo.

A mi me sobrevino angustia, porque pensé que, si a mí me pasará algo así, me quedarían muchísimas cosas por hacer, que no estaba preparado etc...

En fin... fíjate que mas que miedo a la muerte (no es miedo por mi esperanza cristiana, pero si es respeto por temor a lo desconocido), le tengo miedo a la enfermedad y al dolor... no me gustan nada los hospitales.

Bueno, espero que a este señor le vaya muy bien la operación.

¡Y ánimo!, que la entrada es un poco triste... y si a eso le sumamos el día gris que hace hoy y el examen de Metafísica que tengo mñana (y que voy fatal) pues... "pa mear y no echar gota" jaja.

Un abrazo.

AleMamá dijo...

Hizo lo correcto y lo que más fuerzas y esperanza le dará: recibir la unción "por si aquello"....

Si muriera así de preparado, sería el estado ideal par apresentarse ante el Altísimo.

Luego nos cuentas cómo fue el epílogo.
Saludos

Fernando dijo...

Juan Ignacio, Andy, Alemamá, cuando hablo con el párroco le preguntaré por este hombre y contaré en el blog qué tal le fue; seguro que bien.

Juan Ignacio, quizá yo sea de naturaleza pesimista, pero si a mí me dicen que voy a una operación de ese tipo tendería a pensar que va a ir mal y que mejor recibir la Extremaunción, por si acaso.

A mí me pasa igual, Andy, me parece que morir en un accidente de tráfico es algo bueno, sin angustia, no como el que está meses y meses con un tratamiento de cáncer y al final acaba mal. Comparto tu idea, y más cuanto mayor soy: lo temible no es la muerte, sino la enfermedad.

Me pareción una ceremonia bonita, Alemamá, y más aún porque no se hizo en privado, sino en medio de la Misa, en medio de la comunidad.

Marta Salazar dijo...

las senoras le besaban???
No! en serio!

lo encomendamos, a ver si nos dices cómo le fue en la operación ;)

después te cuento cómo fue cuando a una sra. le dió un infarto durante la misa

saludos ;)

Marta Salazar dijo...

ah! por lo que dicen los comentarios: la unción de los enfermos o santos óleos se "dan" a todo el que esté enfermo y, aunque no lo esté, a los mayores; mayores de... aprox. 65? no me acuerdo, alguien lo puede ver en el CdlIc o en el Compendio o en el CIC. O es esta una decisión de la Conferencia episcopal respectiva?

Como dice Juan Ignacio, pienso que antes de cualquier operación -por el riesgo que ella misma implica- se puede expender esta sacramento. Obvio que no para la extracción de una muela ;)

Su origen es claramente bíblico "«¿Está enfermo alguno de Uds.? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor» (St. 5, 14-15)".

Leo en el Compendio y comparto con Uds. "El sacramento de la Unción de los enfermos lo puede recibir cualquier fiel que comienza a encontrarse en peligro de muerte por enfermedad o vejez. El mismo fiel lo puede recibir también otras veces, si se produce un agravamiento de la enfermedad o bien si se presenta otra enfermedad grave. La celebración de este sacramento debe ir precedida, si es posible, de la confesión individual del enfermo".

Fernando, no te olvides de contarnos cómo le va al ancianito y cómo está su senora...

Muchos saludos y gracias x contarnos!

Fernando dijo...

Querida Marta, no era un ancianito, un señor de unos 70 años sigue siendo relativamente joven, un jubilado joven, diríamos. Y sí, él y el párroco parecían conocer bien la doctrina a la que se refiere el Código, donde tú lo citas, no hay que estar ni muy viejo ni muy enfermo para recibir el sacramento, basta con que haya una dificultad (como en este caso, con la operación delicada).

¿Por qué no le iban a besar las señoras? Acá en España somos de beso fácil, nada que ver con Alemania, ya sabes.

Gracias por tu interés, a ver si veo al párroco y le puedo preguntar.