Va llegando el otoño: cada vez es más difícil encontrar higos en las fruterías.
Abro mi viejo mapa de Madrid y se rasga en dos, como el velo del templo. Casualmente, la parte norte de la ciudad queda en mi mano derecha y la sur en la izquierda.
Comprendo que mi vida necesita un nuevo afán cultural, un nuevo esfuerzo intelectual: me compro Tintín en el Tíbet.
Alguna noche me duermo con la ventana abierta y al despertar me la encuentro cerrada.
Voy a la frutería mala del barrio, regentada por árabes. Sobre la cabeza empañolada de la cajera admiro, como siempre, la colección de billetes del mundo, clavados en un tablón. Ahí están Ché Guevara, Sadam Hussein, Isabel II joven, Isabel II vieja, Gandhi, Mao y hasta el Hernán Cortés del último billete de 1.000 pesetas, antes del euro.
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14 comentarios:
A mi también me encantan los higos.
Tengo tres higueras,al final de temporada, aborrezco los higos.
Estan sacando una colección de Asterix para coleccionistas a 6,95, lo digo por si quieres ampliar tu campo intelectual. Yo la estoy haciendo,(forma parte del masoquismo maternal), ya he comprado tres o cuatro veces la coleccíón, pero siempre me la mangan.
Un abrazo
Te han de gustar esos billetes, si es por eso que vas a la frutería mala del barrio. O es la única tiene higos. Lo cual si hay pocos no la hace tan mala.
No sabía que el Che Guevara y Sadam Hussein estaban en billetes.
LOs higos son caros y escasos en las ferias de la Capital. Mi madre tiene higueras y las ramas de su vecino caaen al jardín de ella, y ahí aprovecho, jeje
Lástima que sean tan calóricos, amigo. Estoy EN SERIO A DIETA.
Me alegro mucho, Embajador, tienen además el encanto de lo efímero.
Ásterix ya pertenece a mi cultura, María Jesús, Tintín es para mí una asignatura cultural pendiente, si algún día la supero debería plantearme el Lucky Luke.
Fui a por limones para hacer pescado al horno, Juan Ignacio, para eso da igual que sean buenos o malos. Che Guevara supongo que estará en los de Cuba, no veo bien las letras de lejos, y Sadam Hussein, lógicamente, estaría en los de Irak antes de la liberación.
En Madrid no son caros, Alemamá, y da igual que engorden, apenas se venden dos o tres semanas de septiembre, enseguida desaparecen y uno vuelve a adelgazar.
Alguna noche me duermo con la ventana abierta y al despertar me la encuentro cerrada.
¿Fantasmas? No lo sé, pero me gusta la frase, es muy sugerente.
Un saludo
Qué curiosa debe ser la fruteria... de ese estilo hoy en día hay ya muchas.
Mi barrio, que cuando yo era pequeño estaba lleno de comercios españoles (y ojo, de eso no hace tanto,que tengo 24 años), en la actualidad los comercios españoles escasean... hay no sé cuántos chinos, dos o tres moros, locutorios etc... vamos, ¡un pequeño lavapiés! jaja.
PD: ¿Y el misterio de la ventana?
Un abrazo.
Kris, Andy, una de dos, o fue mi ángel de la guarda o me levanté en sueños a cerrarla.
Andy, para mí tiene encanto que haya tiendas de chinos, de árabes, de rumanos, de sudamericanos, es como si Madrid (o Málaga) fuera un pequeño Nueva York, ¿verdad?
Fernando, yo prefiero el Mercadona, la última vez que estuve en el centro de Madrid, por mi imprevisión, fui víctima de esos chinos, sus precios disparatados y su mercancía cochambrosa.
Por cierto, a mí también me encantan los higos. Y ¿sabes que hay una higuera frente a la puerta de mi garaje, que paso delante de ella todos los días y nunca me paro a buscar higos? Siempre llevo prisa para ir a trabajar o para volver a casa, o llego tarde a una cita. Para darme de palos, vaya.
Painted, ¿la higuera es de uso público, bien comunal? Si no es así, haces bien en pasar de ella, hay gente que es muy susceptible con su propiedad. Y respecto a lo de la frutería, suelo usar la del súper, pero la de los árabes está bien para los olvidos, abren incluso los domingos.
no! hay algún país del mundo con un billete con la imagen de Ernesto?
vente a Alemania, acá sigue habiendo higos (yo compro a diario) de Turquía :)
off-topic: Fernando, sólo te digo una cosa: "mira con quien andas y te diré quién eres"
Sí, Marta, tras el comentario de Juan Ignacio comprobé que -evidentemente- el Ché sale en un billete de Cuba. Y gracias por lo de los higos, aún quedan en Madrid.
Tu último párrafo me deja lleno de inquietud, pues no sé a qué te refieres.
Fernando, la gente hace bien en ser todo lo susceptible que quiera con su propiedad; pero la higuera está en el dominio público, en la margen de un arroyuelo que baja del monte. Si no cojo higos cuando es de todos, imagina si fuese privada.
Gracias por la aclaración, Painted, no lo entendí bien en tu comentario anterior.
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