Intento escribir poco en este blog de política española y menos aún de la de mi región, la Comunidad de Madrid. Sin embargo, está ocurriendo ahora algo entre nosotros que creo que es interesante.
Tras el último desastre electoral, los socialistas madrileños se reunieron y eligieron un nuevo jefe: un hombre joven, alcalde de un pueblo grande y pobre de la Comunidad. Poco después decidieron que, además, fuera su candidato a las elecciones regionales de la Comunidad, que se celebrarán en mayo del año 2011. Este señor dimitió de alcalde, se puso a redactar su programa y a visitar los pueblos de la provincia y los barrios de la capital. Pese a ello, hasta hace poco nadie le conocía por acá.
En esto llega el presidente Zapatero y tiene una ocurrencia. Hemos tardado en saberlo, pero ahora lo sabemos: la política del gobierno español, en estos seis últimos años, se ha basado en ocurrencias. Zapatero veía que la gente estaba descontenta por el nivel de vida, tenía la ocurrencia de regalar 400 € a cada español todos los años, y lo soltaba por sorpresa. Zapatero veía que tener un hijo nuevo es caro, tenía la ocurrencia de dar 2.500 € por cada nuevo bebé, lo anunciaba y ya está. Sin estudios previos sobre viabilidad económica, sin consultarlo con el ministro del ramo, nada, todo ocurrencias que ahora hay que ir retirando poco a poco.
Así pues, en este caso Zapatero tiene una ocurrencia: que el candidato a la Comunidad de Madrid no sea el alcalde (ya ex-alcalde, como sabemos) sino su ministra de Sanidad, una mujer rubia y simpática que en 2003 intentó ser alcaldesa de Madrid capital y perdió a lo grande.
Zapatero llama al ex-alcalde, le comunica la buena nueva y le sugiere que se retire de la carrera. Para su asombro, el otro le dice que no, que él quiere ser el candidato, y que si la ministra quiere serlo tendrá que haber unas primarias, una votación interna entre todos los afiliados socialistas de Madrid. ¡Imagínate la cara de Zapatero! Es como si tú llamas a tu mayordomo, le mandas a comprar tabaco y él te dice que no le da la gana ir, que vayas tú.
Así pues, habrá primarias. Ambos han empezado ya su campaña interna. La ministra dice cosas muy profundas, tipo "yo debo ser la candidata porque tengo muchas ganas de ganar" o "yo debo ser la candidata porque a mí me cae muy bien la gente". El otro, el ex-alcalde, un economista nacido en Holanda, suelta unos rollos pesadísimos, que nadie puede aguantar.
¿Dónde está el interés de la pelea? En dos cosas: en que por primera vez un socialista tiene la misma reacción que ya tenemos muchos no socialistas, "¡basta de ocurrencias, basta de cambios de rumbo, hace falta un trabajo político serio, hacen falta decisiones serias!"; y, segundo, que lo que va a haber aquí no es una simple votación entre el ex-alcalde y la ministra, ni siquiera entre el ex-alcalde y Zapatero, sino un referéndum, Zapatero sí, Zapatero no.
Ojalá gane el ex-alcalde.
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9 comentarios:
Pues mira, a mi me caen mal tanto el demagogo del ex-alcalde como la Trini. Esta última, por cierto, unos meses antes de hacerse pública su candidatura decía no tener intención alguna de presentarse, que estaba centrada en el ministerio... y unos meses después decide presentarse pero ¡ojo!, de motu propio, sin que ZP le haya dicho nada...
En fin, convengo contigo en tu tesis ZP sí ,ZP no (porque en realidad es lo que subyace tras estas primarias, cierto) y creo que debería ganar Tomás, aunque sea para darle un guantazo político a Zapatero.
PS: ¿Has visto la fruición con la que escuchaba la Pajín a Raúl Castro? Qué verguenza...
Vendría bien un Z NO, ¿no?
Zp 0, ex-alcalde, 1
A mí también me caen mal ambos, Andy, pero siempre será mejor que gane el señor que querían los propios socialistas madrileños que la señora impuesta por Zapatero, ¿no? Y sí, una vergüenza la visita a Cuba, algún día habrá libertad en la isla y veremos esas imágenes con tristeza.
Ojalá sea así, Juan Ignacio.
Ojalá sea así, Alemamá.
Yo no creo que sea una ocurrencia de ZP, en este caso. Tampoco es que tema que Gómez pierda las elecciones. Lo que quiere evitar a toda costa es que las gane. (Bastaría con que Esperanza Aquirre se quedase a un escaño de la mayoría absoluta, con el apoyo comunista, que se da por descontado, y con que no le saliera ningún Tamayo ésos de de última hora.)
Porque en la presidencia de la Comunidad de Madrid, reconquistada a la derecha después de veinte años, este Gómez hallaría el trampolín perfecto para saltar a la jefatura del PSOE tras la previsible debacle electoral de las generales que vienen. Y eso me parece que no entra en los planes del aparato del partido... Por algo Pepino Blanco se opera para quitarse las gafotas y ganar en telegenia: al tiempo.
En suma, que en Madrid prefieren a la Trini, que es la voz de su amo, o hasta a la Aguirre, con tal de eliminarse a un rival que prefiere apoyarse en la fuerza moral del voto popular (es secretario general del PSM por haber sido el alcalde más votado de España)que en doblar el espinazo ante el aparato de Don José, como últimamente llaman a Pepino Blanco.
Ojala, Fernando, ojalá
Hola, Painted, bienvenido. Es probable que sea lo que tú dices, para Zapatero la 1ª regla de todo es su propia supervivencia política, y a lo mejor el ex-alcalde podría ser un peligro futuro. En todo caso, para mí es evidente que Esperanza va a volver a sacar mayoría absoluta, por lo que no entiendo el barullo que están armando los socialistas.
A ver qué pasa, María Jesús, y anímate a arreglar el enlace a tu blog.
Bienhallado, Fernando. Eso creo yo también, que la Espe les pega a estos otro revolcón; pero, como ya dije, ZP / Pepino Blanco no pueden arriesgarse a que salga el tal Gómez por una de esas jugarretas del destino.
Por otra parte, se me había pasado comentar los arrobamientos de la Pajín cerca del sátrapa R. Castro: por decirlo en lenguaje vulgar, que es como mejor se describe algo tan obsceno, el c**o le hacía chiribitas.
Hubo una encuesta simpática en la edición digital de El Mundo, Painted: preguntaron cuál de los dos sería mejor candidato, el 30% dijo que el ex-alcalde, el 30% dijo que la ministra y el 40% que ninguno de los dos.
Jajajaja.
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