lunes, 20 de septiembre de 2010
Autobiografía espiritual
"Y dijo esta parábola: Tenía uno plantada una higuera en su viña y vino en busca de fruto y no lo halló. Dijo entonces al viñador: Van ya tres años que vengo en busca del fruto de esta higuera y no lo halló; córtala, ¿por qué ha de ocupar la tierra en balde? Le respondió [el viñador] y dijo: Señor, déjala aún por este año que la cave y la abone, a ver si da fruto para el año que viene; si no, la cortarás". (Lucas 13, 6-9).
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7 comentarios:
Preciosa parábola... muy conmovedora.
Yo puedo decir que también podría ser mi autobiografía espiritual... como decía Santa Teresa (leyendo las Confesiones de S. Agustín), ¿hasta cuándo Señor he de decir mañana y mañana? ¿por qué no ha de ser en este punto, en esta hora, que deje yo de ofenderos?
Un abrazo.
Gracias a Dios cada año dice "déjala aún por este año". No lo digo por vos, sino por todos.
Así es, Andy, como le ocurría a Israel nuestra vida es un continuo arrepentirnos, intentar ser mejores, fallar, volver a arrepentirnos, ...
Así es, Juan Ignacio, siempre va habiendo prórrogas hasta que un buen día deja de haberlas, mejor estar espabilados para ese momento.
Gracias por tu comentario en mi post sobre Newman.
Qué gracioso porque yo ya había entrado en este blog tuyo, y hay tantas cosas con las que me siento identificada...
Su Misericordia, siempre, es la que nos salva, "un año más" y luego. Siempre, siempre.
Como la parábola, cualquier autobiografía, cuando acaba, nos deja intrigados: ¿qué habrá sido del protagonista?
Nos calza a todos, pero hacer el diagnóstico es la mitad de la cura.
¡Hasta un año más en este tema!
Ana, así es, de día en día (como vimos en Newman), de mes en mes, de año en año, y luego para siempre, así es.
Don Javier, yo sería optimista: seguro que la higuera empezó a ir bien, la mantuvieron, y ahora seguirá por Palestina, dando frutos.
Esperemos que así sea, Alemamá.
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