lunes, 19 de junio de 2017

Nubes, películas, hojas, intenciones

Me despierto asfixiado. Corro a la ventana para ver si hay nubes, para ver si -por fin- va a llover aunque sea una hora. Pero el cielo está limpio.

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Compro un aparato que permite grabar películas de la tele y verlas. El vídeo tradicional dejó de ser compatible con el TDT. Necesito ver cine, conocer clásicos que ignoro, abrir mi cabeza. Comienzo con "Scary movie" y "Una habitación con vistas".

Pronto surge el peligro opuesto: dedicar demasiado tiempo a esto. He de poner un límite pues hay mucho que hacer. ¿Una película semanal? ¿Dos?

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Compro un taco de hojas para anotar cada día lo que he de hacer. Me equivoco, cojo un tamaño más pequeño de lo habitual. Descubro que mis días son menos ambiciosos de lo que creía: los propósitos diarios caben en el nuevo formato.

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Pido a Dios que me salve de la locura de sospechar siempre malas intenciones en los demás.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Está haciendo mucho calor estos días, y más en Madrid, según me han comentado.
El equilibrio de las fuerzas es la perfección que anhelamos, en todos los campos y especialmente en el campo de las virtudes.
Tenemos una malsana tendencia a absolutizar aquello que nos gusta, nos da alegría, y convertirlo así en adicción que nos esclaviza.
Ver dos películas a la semana me parece muy equilibrado, aunque yo no soy quien para dar consejos.
Divertido tu blog. Un saludo

ojo humano dijo...

Lástima que sufras con el calor. Aquí estamos como pinguinos, abrigados hasta los dientes. Adaptar el cuerpo cuesta un poco y cuando ya te acostumbraste llega de nuevo el frío o el calor...Mmmm, qué dilema.

Mira harto cine, no más. De primera uno se atiborra, después se vuelve selectivo. Pero es muy bueno para la salud, más si puedes ver hasta dónde quieres y después continuar. Tiempo atrás te recomendé La cena de los tontos, me gustó harto.

Y sí, Fernando, yo quiero orar como tú: "Pido a Dios que me salve de la locura de sospechar siempre malas intenciones en los demás. " Que Dios nos oiga.

dijo...

Sí Fernando, yo también lucho para no sospechar, ni malpensar, el Enemigo mete su insidia. Otra cosa es analizar las obras, si hay obras, frutos, por ellos sabemos si el árbol es bueno o malo. Pero hasta que no estén hay que esperar y eso nos cuesta. Nada queda oculto. Todo sale a la Luz y en ella se purifica. Ayer llovió y por un momento me refrescó, si me ves ahora sudado, parece que en Pamplona ha tronado y diluviado. Tengo muy poca cultura de cine, hace poco disfruté con Marcelino, Pan y Vino, ya...y me olvidé hasta del blanco/negro, me gustan las de Martínez Soria, Rafaela Aparicio, López Vázquez, esas...sin blasfemias, sin sexo, sin violencia, sin fealdad. Abrazo fraterno.

Fernando dijo...

Gracias, Felicitas. En todo ha de haber equilibrio, ni exceso ni defecto, un punto medio que nos permita ocuparnos de muchas cosas y nos evite hacer ídolos de nuestras ocupaciones.

A mí me gusta mucho el calor, Ojo Humano, pero este año ha llegado antes de lo previsto y está siendo muy duro. Por ahora me modero con las pelis, si veo que dejo de hacer otras cosas por ver la tele me pondré límites serios. Así sea con la petición final.

Así es, Kim: siempre pienso mal y luego me avergüenzo, a veces; otras veo que tuve razón. Qué envidia, la lluvia. Y yo tampoco sé nada de cine, quizá dentro de unos años pueda decir otra cosa.

Anónimo dijo...

Personalmente, no me gusta ver películas en casa. Tengo el aparato para juntar pelusas y polvo.Prefiero el cine, sin dudas. Peeero en días como los que estamos viviendo en Buenos Aires, húmedos, muy fríos y con viento, trato de ver películas mientras realizo otra actividad, (plancho o arreglo algo) de manera tal que hago dos cosas a la vez.

Siempre me impresionó tu capacidad de organización y anotar cosas. Jamós lo hago, excepto los cumpleaños, para celebrar la vida, jaja

No puedo pensar mal, soy excesivamente confiada y me he llevado grandes dolores de cabeza, pero no aprendo.

Buen finde FER!!!. soy Alma.

Fernando dijo...

A mí me gusta mucho ir al cine, Alma, pero me complico la vida y no voy. Por eso esto es una buena solución (por ahora). / Hay que anotar todo, si no lo olvidas, al menos es lo que me pasa a mí. / Qué suerte: yo antes también era bueno, no sé por qué ahora he pasado al extremo contrario. Que Dios nos ayude.

dijo...

¿preparando las vacaciones Fernando?.... aquí estamos apuntico de salir corriendo. ¡Pobre Pamplona! Abrazos fraternos.

Fernando dijo...

Bienvenida, Luisa. Estaba preocupado por ti. Ya he visto en tu blog que tu ausencia era por una buena causa. Me alegro de volver a verte.

No huyas, Amado Líder. Pamplona y Madrid necesitan hombres fuertes, dispuestos a defenderlas. No sé si quedará alguno.

Anónimo dijo...

hola Fer, pase a ver que buenas nuevas encontraba, pero en vista que no has escrito, te cuento que estoy viviendo una novela de terror con el Señor Telecom, proveedor del servicio de internet en mi casa. Lo llamo todos los días y el muy malo no asoma su morro por ningún lado. Me gustaría cruzarlo por la calle y cantarle unas cuantas, pero solo atiende unas señoritas muy amables que le cuidan su guarida.
No se a quien reclamar, pero estoy muy enojada con el Sr. Telecom porque me cobra por un servicio que no me brinda y a pesar de llamar todos los días, no soluciona mi problema y no tiene habilitado un libro de quejas.

Buen finde!!!!

Fernando dijo...

Lo siento, Anónimo. ¿Eres Alma? En España también hay abusos constantes de ese tipo, el consumidor está desprotegido.

ALMA dijo...

Siii Fernando, soy Alma. Ando oculta para ver si encuentro al Señor Telecom, jaja.

Fernando dijo...

Ya todos somos como una familia, Alma, nos reconocemos hasta en las pisadas por el pasillo.