lunes, 19 de diciembre de 2016

Barrio

Madrugada fría. Paseo por mi barrio.

Paso por la cafetería pobre. Está en un edificio antiguo, en riesgo de hundimiento. Han tenido que poner vigas metálicas para evitar que el techo se cayera sobre los asistentes. Para evitar (un poco) el horror las han adornado con guirnaldas navideñas. No hay clientes.

Paso junto al muro tras el que estalló uno de los trenes del atentado del 11 de marzo de 2004. Ahí murieron bastantes viajeros. Antes podías llegar al muro, tocarlo, poner flores. El Ayuntamiento ha puesto delante un jardín para que no puedas acercarte. Y ha plantado enredaderas que van creciendo: pronto cubrirán las fotos de los muertos que alguien pegó ahí hace mucho.

Veo la piscina municipal. Ahí habría ido yo todas las semanas si no fuera tan perezoso. Ahora tendría hombros de atleta y no me dolerían los huesos. Es inútil lamentarse, es inútil arrepentirse. Una señora gorda sale del agua.

5 comentarios:

Ignacio Trujillo dijo...

Qué bueno, Fernando.
Que tengas unas felices Pascuas. Un abrazo.

Fernando dijo...

Gracias, Ignacio, igualmente.

dijo...

Buena observación. Al Mal le interesa enterrar sus horrores. ¿Qué se oye hoy de la URSS? ni la mitad de la mitad de la memoria histérica que quieren imponer. Saludos fraternos.

dijo...

¡Feliz y santa Navidad!
¡Ven Señor no tardes!
Abrazos fraternos.

Fernando dijo...

Gracias, Kim. Y feliz y santa Navidad y buen 2017 para ti y tu familia.