lunes, 2 de marzo de 2015

Pobre, almendros, frivolidad

Ya lo conté en el post de Ojo Humano: se vino a vivir un pobre a un banco de mi barrio. Un vecino bueno le regaló una tienda de campaña de la marca Quechua, muy fácil de abrir y de cerrar. Durante el día la tenía guardada en un portal abandonado, junto a sus bolsas.

La tienda ha desaparecido, imagino que alguien se la robaría.

El sábado pasé junto a su banco a las 12 de la mañana. La imagen terrorífica era ésta: su saco de dormir completamente cerrado, como una mortaja, y de un extremo salían sus pelos sucios.

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Voy a ver  los almendros recién floridos del Parque del Retiro. Hubo viento y muchas hojitas blancas habían caído al suelo. La gente hacía fotos ridículas, posando como japoneses.

Los almendros que ya no podré visitar son los que había frente al Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente. Durante el invierno los talaron para asfaltar la salida de coches oficiales. Es chistoso que esto lo hiciera -precisamente- el ministerio encargado de cuidar la agricultura y el medio ambiente.

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La frivolidad de escribir sobre el pobre de mi barrio y los almendros del Retiro
mientras secuestran cristianos en Siria,
mientras matan manifestantes en Venezuela,
mientras secuestran niñas en Nigeria,
mientras se matan en Ucrania.

7 comentarios:

Luisa dijo...

No estoy de acuerdo.
No creo que sea frivolidad.
Muchas veces pienso que necesitamos "distraernos" de tanta brutalidad, porque si todo el tiempo estuviesemos en "eso", la angustia sería bestial.

Hay que rezar, pero también hay que vivir-que también se vuelva oración-y disfrutar y descansar y seguir rezando. Eso pienso yo.

Besos, muchos.

ojo humano dijo...

Gracias por la referencia.
Es un poco triste tener personas en tan precarias condiciones pero vivimos con ellos y son parte de lo que somos, si en alguna medida podemos alivianar su carga, genial.
Creo que asumir los grandes males del mundo solo puede llevarnos a la depre, al cinismo o a la ira. Creo que -como acota Luisa- la oración es una gran herramienta, si es que creemos que Dios "puede" hacer algo, como Jesús le dice a aquel hombre "para el que cree todo es posible".
Felices días de almendros, disfrútalos.

ojo humano dijo...

-Por cierto- yo también estuve tomándome fotos ridículas en la Plaza de Chillán y me encantó la sensación de por unos minutos modelar frente a la cámara.

Fernando dijo...

Qué bien expresado, Luisa: se ve que no lo escribes por escribir sino que es parte de tu vida.

Gracias, Ojo Humano. Y estoy seguro que tu "modelar" no tuvo el toque ridículo de la gente del Retiro.

Unknown dijo...

Yo tampoco creo que hablar de cosas más o menos importantes cuando las hay que están ocurriendo en otras partes del mundo, sea fríolo, Fernando... todos los momentos que se viven son dignos de expresarse... Suelo decir a menudo, porque me gusta la palabra... que todos son Retazos de Vida.

Besos apretaos.

ALMA dijo...

Coincido con las opiniones aquí vertidas. Es cierto que hay cosas mas preocupantes que las flores del almendro, pero no es bello disfrutarlas?

Yo también me hubiese tomado infinidad de fotos junto a los pétalos caídos.

Fernando dijo...

En eso se fundamentan nuestros blogs, Yeste: en que las pequeñas cosas del día merecen ser contadas, no sólo las grandes noticias.

Seguro que hubieran sido de buen gusto, Alma, no como las del Retiro.