Queridos amigos:
Vuelvo a Madrid, y vuelvo al libro El Gatopardo, de Tomasso di Lampedusa, Príncipe de Lampedusa. Vuelvo a él porque para mí fue un libro importante, en mi adolescencia y juventud, un libro que leía cada dos o tres veranos. Por desgracia, el volumen de aquella época, de Círculo de Lectores, se quedó en casa de mis padres; uso ahora otro más moderno, de Espasa Calpe, que está bien pero que no es el que recorrí tantas veces en mi juventud.
El libro es famoso en España por una frase: "Es preciso que todo cambie para que todo siga igual". Efectivamente, ese es el tema fundamental de los primeros capítulos, en los que estoy ahora. El protagonista, el Príncipe de Salina, alias El Gatopardo, por el escudo familiar, ve con melancolía como el Reino en el que vive, el Reino de las Dos Sicilias, que incluye la isla y la parte baja de la bota, quedará pronto invadido e integrado en el nuevo Reino de Italia. Describe con amor la decrépita situación de su país, y comprende que la única forma de salvar todo aquello, su propia situación social, es aceptar los nuevos tiempos y el nuevo Reino, lleno de gente vulgar y advenediza, poco católica.
Creo que esto es lo que me agarró en mi juventud: de igual forma que él veía irse todo un tiempo, yo también sentía, verano a verano, que toda una etapa de mi vida se iba yendo, y no estaba seguro de que los nuevos tiempos fueran a ser mejores. Con el paso de los años, la nueva realidad de mi vida fue mucho mejor que la antigua. Espero que los sicilianos también puedan decir eso del nuevo país que les vino encima.
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2 comentarios:
Qué bueno que sea casi septiembre y todas las cosas vuelvan a su lugar, como dice Neal Diamond en su canción.
Bienvenido de regreso.
Interesante tema el del gatopardo. Esperamos más (porque dice I).
Bienvenido de regreso... II.
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