martes, 26 de julio de 2016

Retiro, cementerios, discoteca

Paseo por el parque de El Retiro. Hay manadas de jóvenes buscando pokemones con sus teléfonos móviles. Doy gracias a Dios por haber sido joven hace 40 años.

En el templete de música varias mujeres sudamericanas ensayan un baile alegre.

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Visito el Cementerio Civil de Madrid. Una lápida nos anuncia que "no hay nada tras la muerte". En la tumba de un Presidente de la República del siglo XIX hay un homenaje del Partido Federal a su "gefe".

Entran un padre y su hijo. El hombre se santigua piadosamente.

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Visito el Cementerio de la Almudena. Hasta en la muerte hay clases sociales.

Varios jóvenes buscan pokemones con sus teléfonos móviles. Nuevamente doy gracias  a Dios por haber sido joven hace 40 años.

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Paso frente a una discoteca de gente mayor. Siento simpatía y admiración por los que, pese a su edad, no renuncian a bailar, a conocer gente nueva, a volver a enamorarse.

4 comentarios:

ALMA dijo...

Ayyy Fer!!! me haces recordar a mi padre, le encantaba "pasear" por los cementerios, para mi pavura!!!

Aquí en Argentina no hay Pokemon aún, creo que llegan en las provincias del sur del país, pero de ser posible ..... y yo me engancho en ese juego.
Cuando estuve en Alemania, había que encontrar un patito y subirlo a Twiter. En un hotel, en mi baño, estaba el famoso patito, ahora está en mi baño de mi casa, ja!

Es lindo bailar, no importa la edad, alegra el espíritu e impulsa el encuentro. Yo a veces bailo con los chiquitos de la familia.

Y volver a enamorarse, porque no?

Ignacio Trujillo dijo...

Y el hombre se santigua piadosamente. Qué bueno.

ojo humano dijo...

Aquí andan todos detrás de los pokemones. Al contrario de ti, me encantaría ser niña hoy, tienen taaaaaaaaaaaaaaaaato para jugar, divertirse y gozar. Desde los cuadernos con monitos, stickers y juegos al aire libre, en el interior, una variedad enorme. Los niños son más cuidados, aunque algunos se aprovechan de las regalías. A toda edad hay la posibilidad de ser feliz...

Fernando dijo...

Fui al Cementerio Civil por motivos culturales, Alma, es parte de la Historia de España, y ya visité el de la Almudena, que es vecino. Enhorabuena por lo del patito, me parece más razonable buscar un patito alemán que una imagen que sólo existe en el celular, es algo patético. Y sí, me gusta por eso, porque es gente que pese a tener 70 u 80 o 90 años sigue buscando la felicidad, no se resigna.

Me dejó atónito, Ignacio. Iban a visitar la tumba de la madre, debió ser menos piadosa que el hijo.

Pues yo me alegro de no ser ni niño ni joven ahora, Ojo Humano. Al menos en España tienen grandes ocasiones para volverse idiotas y llevar una mala vida, como ocurre ahora con los malditos pokemones. Mejor ser feliz a los 50.