miércoles, 20 de noviembre de 2013

Dos años

Hoy hace dos años que elegimos a Mariano Rajoy presidente del Gobierno. Hoy comienza, pues, la cuenta atrás para las elecciones de 2015.

Ya lo conté entonces: el periódico socialista El País publicó un artículo muy preocupado, pues suponía que el nuevo gobierno, con mayoría absoluta, iba a hacer una política radical de derechas, que se concretaba en 15 medidas. Dos años después hay que tranquilizar al autor pues casi nada se ha hecho: sigue la Ley del Aborto, sigue la Ley del Matrimonio gay, se mantiene una relación correcta con los amigos de ETA, no sólo no se han bajado los impuestos sino que se han subido todos, las Comunidades siguen gastando todo lo que pueden, no se han tocado el derecho de huelga ni el atentado de marzo de 2004. De esos 15 temores sólo se han cumplido (más o menos) 4: "copago en la Sanidad", "descentralizar la negociación de los convenios colectivos", "devolver a la Religión Católica el mismo rango de las demás asignaturas""derogar Educación para la Ciudadanía".

¿Lo mejor de estos dos años? Haber evitado la suspensión de pagos del Estado, haber evitado la quiebra de la banca y haber dejado de hablar de la Guerra Civil, de la Iglesia, de los homosexuales, del feminismo radical, de la eutanasia.

¿Lo peor? La tibieza ante los catalanes, los impuestos, los recortes de gasto social, la falta de piedad con las familias y las pequeñas empresas, no haber tocado la Ley del Aborto, la tibieza con ETA y sus amigos, la agonía de la Justicia, la cobardía internacional, la visión pesetera de la vida y la sociedad, la falta de valores, la corrupción.

9 comentarios:

Unknown dijo...

A mí ya no me vale aquello de "Más vale malo conocido que bueno por conocer", porque han logrado terminar con mis votos de confianza y con la capacidad de paciencia que tenía. Ahora, ojalá me equivoque, pienso que todos los cambios, leyes y promesas sólo quedarán reducidas a sus propios intereses y no porque acepten o consideren la opinión de los españoles.

Besos apretaos, Fernando.

ALMA dijo...

No opino porque no resido en España, solo estoy de paso, pero estoy en conocimiento de todo lo malo y bueno que señalas. Solo pido a Dios que ilumine al pueblo español en las próximas elecciones

Fernando dijo...

Igual decepción tenemos todos, Yeste, con los unos y con los otros. Esperemos que algo cambie y nos anime.

Gracias, Alma, es necesario que recemos todos unos por otros, porque parece que ahora las noticias de todos los sitios son malas.

ojo humano dijo...

Tal vez uno espera demasiado de los gobiernos, claro, porque prometen mucho. Pero al fin de cuentas la vida la hace uno y habrá algunos mejores que nos ayuden a surgir y otros peores que nos mermarán las finanzas, pero nuestra existencia real está en Dios, en Su favor, la sabiduría que nos da para invertir o gastar, en fin, los evangélicos en Chile todavía no están muy politizados -yo menos- porque tenemos ese concepto del reino de Dios en cada uno. Uno espera que los que elige hagan buenas leyes, pero la tendencia mundial parece que va no sé para dónde. Solo que Dios nos ayude para vivir contentos en un mundo tan complejo, raro y poco sabio.
Un abrazo.

Fernando dijo...

A eso vamos todos, Ojo Humano: si la vida social no va bien, si la política nos defrauda, hay que cuidar la vida personal, mejorar cada uno el rincón en el que está -con la ayuda de Dios- y dejar de esperar que el gobierno arregle algo.

Luisa dijo...

Voy a decir algo que quizás suene regular, pero aunque comparto el sentimiento de decepción generalizado, sigo viendo la botella medio llena, esto es, que cualquiera me parecería mejor que el gobierno socialista, que no solo nos llevó al abismo económico sino que en ningún momento lo reconoció. Dos años después siguen escupiendo a los populares y culpándoles de la situación que tenemos. Hay que ser cínicos.
Por supuesto que espero más de un gobierno, por supuesto que no comparto la tibieza o apocamiento de los populares, por supuesto que el paro es sangrante y me duele en cada poro de la piel, por supuesto que el aborto es un crimen horrendo y nadie, bajo ninguna circunstancia, tiene derecho a matar una vida en el vientre de una mujer.
De las promesas electorales, por experiencia, no me creo nada.
En fin. Que me veo en las próximas elecciones votando al menos malo, aunque no sea de mi agrado.
Besos

Inmaculada Moreno dijo...

Completamente de acuerdo. Te nombro mi analista político de confianza.

Fernando dijo...

Esa es la clave, Luisa: todos estamos ahora muy enfadados, pero seguro que según lleguen las elecciones nos entrará el miedo al enemigo y acabaremos votando con resignación.

Gracias, Inmaculada, eres muy generosa.

ALMA dijo...

He enviado un mail. Buen fin de semana