lunes, 23 de julio de 2012

Salmo

Misa de domingo en mi parroquia. Rezamos el salmo 23, "El Señor es mi pastor / nada me falta / en verdes praderas / me hace recostar".

Siento un escalofrío. En la iglesia en la que será mi funeral (mi parroquia) cantamos el salmo que quiero que se rece ese día. Me imagino que soy un familiar o un amigo mío, sentado donde estoy yo, que contempla la delgadez de las imágenes (puro post-Concilio) y la calidad del coro, la luz de las vidrieras y el frescor de las flores, y se pregunta "¿qué llevaría al pobre Fernando a elegir este salmo para este día?".

Espero con temor el momento de la oración por los difuntos. Gracias a Dios, no reza por ningún "Fernando".

15 comentarios:

Miriam dijo...

Y... ¿Qué lleva al AFORTUNADO Y VITAL Fernando a elegir este salmo para ESE día?

javier dijo...

Intento imaginar la misa de su funeral. El cura explicando el salmo 23: "preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos" y, en el primer banco, agitándose con inquietud, uno de esos parientes que le regalan libros.

Fernando dijo...

La gratitud por la Providencia de Dios, Miriam, que me acompaña todos los días de mi vida.

Humm... Quizá alguno de ellos piense que es un poema de Rudyard Kipling, Don Javier.

Andy dijo...

Es un salmo precioso, muy machacado por los protestantes (no hay película en la que aparezca un oficio religioso protestante sin recitar ese salmo).

Espero que ese día tarde muchísimos años en llegar, para que podamos seguir disfrutando de tus escritos.

Un abrazo.

AleMamá dijo...

Me ha tocado elegir lecturas para algún matrimonio, pero no se me había ocurrido hacerlo para las de mi funeral. No es mala idea.

Sí había pensado en la música, y siempre he tenido el deseo de que sea una marcha, pero no fúnebre, sino más bien marcial, de mucha esperanza.

Buen tema para meditar y preparar con tiempo.

Saludos

Fernando dijo...

No sabía lo de los protestantes, Andy. Y gracias por tus buenos deseos.

Curioso lo de la marcha militar, Alemamá. Se me ocurrió que en mi funeral podrían tocar el himno de España en la consagración, como hacen en las fiestas mayores de los pueblos.

Juan Ignacio dijo...

Como sea (digo por algunos comentarios), es mejor pensar en el salmo que en el epitafio.

Fernando dijo...

Eso siempre es así, Juan Ignacio.

hna. josefina dijo...

Nosotras siempre, o casi siempre, lo cantamos en las Misas de funeral. Y en mi familia también muchas veces.
Es precioso, y a mí me emociona mucho cantarlo. Sobre todo que termina -hay distintas traducciones pero algo así- 'y un día será mi casa la casa donde Él habita'.
Pero también lo cantamos en otras ocasiones, por supuesto, y con distintas versiones.
Saludos.

Fernando dijo...

Me alegra mucha la coincidencia, hermana, comprendo bien que se use este salmo en el funeral de una religiosa que ha sentido toda su vida, muy cerca, la Providencia de Dios. Gracias por decírmelo.

dolega dijo...

Seguro que te queda todavía cuerda para rato.
Pero es curioso, poder escuchar lo que se dirá cuando andes camino del mas allá. No lo había pensado nunca.
Saludos

Fernando dijo...

A partir de cierta edad la muerte está muy presente en nuestra cabeza, Dolega, o al menos así me ocurre a mí.

ALMA dijo...

Es muy bello, Fer!!! pero coincido con Dolega, nunca me había puesto a pensar en escuchar lo que ya no voy a poder escuchar. Y si no lo he hecho es seguramente por miedo.

Fernando dijo...

No hay que tener miedo a la muerte, Alma, ni a la propia ni a la ajena, tú sabes bien de qué hablo.

Nodisparenalpianista dijo...

Hola Fernando. Es mi salmo favorito y siempre lo interiorizo como anhelo de vida. Me da la sensación de que al usarse tanto en los funerales, asuste al personal, cuando en realidad es un canto a la vida terrena y a la futura. Es luminoso y eso, en la oscuridad que nos atenaza, es un buen salvavidas.
Conseguí colarlo en las comuniones de mi Parroquia.