sábado, 21 de abril de 2012

Vejez

Me levanto con la espalda rígida. Tardo 10 minutos en ponerme los calcetines y los zapatos. Mi tronco está ligeramente inclinado hacia un lado: la corbata no cae sobre la fila de botones, sino formando un pequeño ángulo. Me cuesta caminar.

Todos mis compañeros fingen que no se dan cuenta, sólo uno me pregunta qué me pasa.

Al día siguiente sigo igual y decido ir a Urgencias.

En la recepción, mientras me toman los datos, suena la canción Princesas, de la que escribí un post. Me acuerdo de mis blogamigos y sé que todo va a ir bien.

El médico está preocupado porque le duele la cabeza. Él no lo dice así, claro, dice "cefalea". "Tengo una cefalea terrible", "no aguanto esta cefalea". Me receta unas pastillas y que me ponga calor en la base de la espalda. "Que se mejore", me dice al final. "Gracias, igualmente", le respondo.

Compro una almohada con un enchufe, la conectas y al rato se pone caliente. Me acuerdo de mi abuela, que tenía una parecida. Me siento viejo y vulnerable. La vendedora debe intuir mi tristeza: "Mucha gente joven compra estas almohadas para las lesiones en la rodilla o en el codo". Le doy las gracias.

14 comentarios:

paterfamilias dijo...

"Me acuerdo de mis blogamigos" ... ¡y sé que lo haces!

javier dijo...

Amable vendedora.

AleMamá dijo...

¡Bienvenido al club! :)

Noooooo, que te mejores pronto, pero te quiero decir que me ha encantado tu descripción del asunto. Está muy bueno. Con qué gracia describes tu caso y el modo de hablar del médico, y me da risa el detalle de desearle que también se mejore.

Lo de que la corbata no cae sobre la fila de botones es muy gráfico: estás "chueco" como decimos en Chile.

Bueno, después te compro de segunda mano la almohadita enchufable.

Miriam dijo...

Es el precio de la experiencia ;O)

Juan Ignacio dijo...

Bueno, bueno, qué te mejores pronto Fernando.
El médico debería darte licencia laboral también, ¿no? A veces hay un componente de stress en esas cosas...

Fernando dijo...

No te queda duda, Páterfamilias, ya tú sabes.

La quise al momento, Don Javier.

Te aseguro, Alemamá, que lo de la corbata era una imagen terrorífica. ¿Me quedaría así para siempre? Pero Dios es grande y cuida de nosotros, ya lo sabes.

De la experiencia y de la edad, Miriam, sobre todo de la edad.

Bueno, Juan Ignacio, la medicina está muy mal en España, a lo mejor le pagan por pacientes recibidos y no se puede permitir irse a casa. Se le veía realmente afectado.

Juan Ignacio dijo...

Fernando, me refería a vos. Que te de licencia a vos para hacer reposo y no ir a trabajar.

Anónimo dijo...

Buenos días Fernando. Poco a poco nos vamos recostando en Dios con más confianza. Dale la vuelta al colchón; ¡Que te mejores!.Un abrazo.

Kris Kelvin dijo...

Que te mejores. Los dolores de espalda son muy frecuentes y no son exclusivos de la vejez. ¡Ánimo!

Fernando dijo...

¡Ah! Juan Ignacio, a mí me gusta ir a la oficina, es mejor que estar en casa: no olvides que soy funcionario.

Ya lo hice, NIP: gracias por tus buenos deseos.

Gracias, Kris, gracias a Dios y a los medicamentos y al calor ya estoy casi bien.

Andy dijo...

Acabo de leer este post.

Bueno, me alegra saber que no es nada grave.

Mi espalda tiende a cargar el peso de manera irregular, resintiéndose y cargándose más de la cuenta la zona lumbar. Por esa razón debo hacer ejercicio para fortalecer el abdomen y, una vez cada x, acudir al fisio.

En fin, y eso que tengo 25 años... será que soy un viejoven ,jeje.

Un abrazo.

Fernando dijo...

Cuídate, Andy, los años tienden a empeorarlo todo, conviene retrasar la decadencia lo más posible.

hna. josefina dijo...

Llego tarde.
Qué bueno que ya estés bien.

Cristina Brackelmanns dijo...

Cuídate, Fernando, pero no te preocupes, que es la "ciclogénesis explosiva" que nos tiene a todos tocados del ala (mi hijo el opositor lleva varios días chapando con el cojincillo eléctrico, y yo sin ir más lejos antesdeayer batí mi record de neobrufenes).
Fijo que se pasa.
Que sepas que tu bacalao fue un éxito. Agradecidos todos.