Ayer, Domingo de Ramos, salió la gran procesión de la Basílica Pontificia de San Miguel.
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Hace un año llegamos muy pronto y estuvimos muy cerca de la fachada principal: en la calle pequeña que lleva de la Basílica al vecino convento de las Carboneras. Ahí estaba la banda de música del Ejercito de Tierra que iba a acompañar al paso de la Virgen, cerrando la procesión. Como aún era pronto los soldados fumaban, se reían, contaban chistes. Entre ellos y nosotros había un viejo con su armónica; empezó a tocar algunas canciones. A varios músicos les hizo gracia: el viejo tocaba una estrofa, ellos tocaban la siguiente, así amenizaron la espera.
Llegó la hora de empezar y se hizo el silencio. Manda el protocolo que cuando sale y pasa el Cristo (Santísimo Cristo de la Fe y del Perdón) todo ha de ir en silencio, por respeto a Jesús ya muerto. Sólo después, cuando sale la Virgen (María Santísima Inmaculada, Madre de la Iglesia), la banda toca el himno de España y (después) marchosas marchas procesionales, entonces se puede aplaudir y lanzar algún grito devoto.
Salieron, pues, la cruz procesional y algunos nazarenos y algunas manolas de luto y al fin las velas y por fin el paso de Cristo, llevado a hombros. Olor a incienso. Silencio. Y de repente, al ver a Jesús, el viejo se echó la armónica a la boca y empezó a tocar el himno de España. En el silencio de la plaza sólo se oían dos sonidos: los gritos del capataz ("Vamos andando, señores") y el viejo himno, tocado por el viejo, vibrante, fuerte.
Cuando acabó le aplaudimos todos, hasta los militares.
lunes, 2 de abril de 2012
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7 comentarios:
¡Bravo por el viejo y su armónica!
Muy bien narrado Fernando, como de costumbre.
Yo estoy que no doy a basto, en mi tierra salen muchas procesiones. Justo dentro de unas horas, con mi cuñado, iré a ver el encierro de una cofradía que me gusta.
Un abrazo.
No alcanzo a dimensionar todo el significado. Aunque yo hubiera preferido el silencio. El silencio debido a Jesús muerto sería más importante que cualquier causa patriótica. Pero, insisto, lo digo sin conocer bien el contexto.
Emocionante
Buenos días Fernando. Iba leyendo hasta el momento de...María Santísima Inmaculada, Madre de la Iglesia en el que emocionado he tenido que continuar batallando contra las incipientes lágrimas. El Himno de España me emociona como la salva de letanías a nuestra madre.Un abrazo.
Anímate a hacer un post sobre el tema, Andy.
Fue algo espontáneo, Juan Ignacio, a veces lo imprevisto te hace reaccionar de forma extraña.
Gracias, Páterfamilias.
¡Viva España y viva Navarra española, NIP!
Pero qué bonito. ¡Viva el abuelo!
¡¡Viva!!
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