El sacerdote se olvidó de los presentes en la Misa. Miró fijamente la Hostia consagrada, sonrió, movió la cabeza, se llevó las manos al pecho, le dijo "Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles "mi paz os dejo, mi paz os doy", no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia,...". Lo dijo exactamente con el mismo tono con el que tú le dirías a tu mejor amigo: "mira, te había prometido traerte tu libro, pero se me ha olvidado, no me lo tengas en cuenta".
Supe que él creía
y yo también creí al comulgar.
miércoles, 18 de abril de 2012
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15 comentarios:
Cuando al párroco le sustituye Don Eloi, que es un encanto, nos trufa las misas de morcillas. Los sermones se alargan la tira y son un poco plomo, pero cuando se deja ir es una delicia. Siempre se refiere a María como "la Mamá de Jesús". Y, claro, nos roba el corazón, el tío.
Una fe sincera es contagiosa...¿será por eso que no nos dejan expresarla a gusto? También hay fe en el que se fijó en la sonrisa del cura.
Saludos.
Cuánta fuerza tiene este breve post!!
Cómo se nota, a veces de manera escandalosa, la diferencia entre un sacerdote con fe y otro que... no sé qué tendrá en la cabeza.
Un abrazo.
Esto de la Misa es muy serio.
¡Qué linda experiencia!
¡Gracias!
¡Epa, muy bueno!
Que lindo lo que cuentas.
Gracias, amigos.
La fe es contagiosa, y el amor también.
Conocí una señora que cuando se acercaba a comulgar, iba diciendo: Te quiero, Te quiero... Me contó que un día en vez de contestar Amén, contestó Te quiero, y el cura se quedó helado...
Gracias, Fernando, una maravilla.
CB, es una suerte tener un blog en que los comentarios son mejores que los posts.
Espero que no fuera tú la señora.
Esta entrada refuerza mi fe y el deseo de vivir la Misa con la concentración que merece.
Como un dominó que transmite la fe
Gracias¡
No Fernando, el comentario bueno fue el de esta señora, a mí también me impresionó. Eso y otras muchas cosas de ella. La conocí en un cursillo con los "De colores..."
Gracias a ti, Miriam, por tus comentarios siempre amables y por el enlace en tu blog.
Espero que sigas en contacto con ella, cb: debe ser alguien con quien vale la pena hablar.
Buenos días Fernando. ¡Qué importante es el testimonio! La transparencia y firmeza de una vida cimentada en la verdad.Creo, creemos ¡Qué enorme gracia tenemos en nuestros cacharricos al comulgar!Un abrazo.
Amén, NIP: ojalá sea realmente así.
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