martes, 13 de enero de 2009

Asesinato en Madrid

Matan al portero de una discoteca en Madrid. Se le acerca un señor, le pega dos tiros, sale huyendo, pega más tiros, deja herido a otro de la discoteca (que acaba muriendo) y a otros que estaban por allí. La noticia, con ser tremenda, me impresiona aún más por ocurrir en un sitio por el que yo voy muchas veces, la calle que une la plaza de Isabel II (entrada trasera del Teatro Real) con la Capilla del Santo Niño del Remedio, enfrente del restaurante La Vaca Argentina. Probablemente haya visto muchas veces a este señor, quizá me dije "qué tío más alto".

Ayer, por la tarde, fui a ver el lugar de los hechos. En el suelo había una mancha blanca, quizá del producto químico que echaron para limpiar la sangre del difunto, y sobre la mancha una alfombra, en la acera, para taparla.

Había un nuevo portero. Llegaban las señoras en sus abrigos de pieles, llegaban los señores con sus sombreros (pues esta disco es para gente mayor), pisaban la alfombra, pisaban la mancha, preguntaban con cierta ansiedad "¿Está abierta?" y cuando el nuevo portero, imperturbable, con acento búlgaro, les decía que sí, se precipitaban dentro, huyendo del frío.

Me pareció un poco raro que fueran a la discoteca un lunes por la tarde, a las 8: quizá sin asesinato se habrían quedado en casa, y fueron ayer a reconstruir cuanto antes la normalidad. No sé si hay que condenarles o no. Si hubieran matado al portero de mi biblioteca, de mi parroquia, de mi oficina, ¿qué habría hecho yo? Probablemente, lo mismo, pasar página cuanto antes.

(Empieza a nevar de nuevo: ¿habrá un post "Nieve (III)"?)

lunes, 12 de enero de 2009

Nieve (y II)

El sol derrite, poco a poco, la nieve acumulada en los tejados. En el borde de las aceras, junto a las casas, hay durante todo el día una franja húmeda,
como si las casas sudaran,
como si un ama de casa laboriosa hubiera fregado las 3.000 manzanas (cuadras) de Madrid.

Paseo embobado, mirando el suelo: nunca había visto esto, quizá nunca lo vuelva a ver.

viernes, 9 de enero de 2009

Nieve (I)

Nieva, mucho, en Madrid.

Podría escribir "Vuelvo a mi infancia", pero sería una inexactitud, pues ya en aquellos lejanos años era algo muy raro. Así que escribo: "Vuelvo a los rarísimos días de mi infancia en que nevó y que tiré bolas de nieve y me resbalé patinando mientras jugaba con mis hermanos etcétera etcétera".

Luego podría añadir "Un manto de armiño blanco cubre la ciudad", pero odio ser como los demás, así que pongo "La ciudad encanece deprisa, abrumada por sus preocupaciones".

En fin: parece que tras Reyes acabó lo extraordinario y empezó lo aburrido, menos mal, pero he aquí un día mucho más extraordinario que las ordinarias (en el sentido de tradicionales) celebraciones de Navidad.

Catecismo (7): Dios

Parte 1, sección 2, capítulo 1, artículo 1, parágrafo 1, párrafos 198 a 231.

La explicación del Credo empieza, lógicamente, por “Creo en Dios”. Pero ¿quién es Dios?

El Catecismo copia (pár. 205) la impresionante narración del Éxodo, 3. Moisés, que está pastoreando el rebaño de su suegro, ve cómo una zarza arde sin consumirse: es Dios, así que se cubre la cabeza con el manto, en señal de temeroso respeto. Dios se le presenta como “el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”. Esto es su descripción, y cuando Moisés le pide su nombre (su definición, diríamos hoy) Dios proclama:Yo soy el que soy. “Éste es mi nombre para siempre”, añade (pár. 205). (“El nombre expresa la esencia, la identidad de la persona y el sentido de su vida. Dios tiene un nombre. No es una fuerza anónima” (pár. 203)).

Esta definición no nos permite comprender a Dios (San Agustín: “Si lo comprendieras, no sería Dios”, pár. 230), pero sí acercarnos lejanamente a su esencia: “Sólo Dios ES. (...) Dios es la plenitud del Ser y de toda perfección, sin origen ni fin. Mientras todas las criaturas han recibido de Él todo su ser y todo su poseer, Él sólo es su ser mismo y es por si mismo todo lo que es” (pár. 213).

...

En contraste con esta elevada exposición, todo vuelve a ser más sencillo cuando el Catecismo nos recuerda otra definición de Dios, ésta de San Juan: “Dios es amor” (1 Juan 4, 8 y 4, 16) (pár. 221). “El ser mismo de Dios es amor”, aclara este párrafo, y eso es lo que permite comprender que Dios siempre nos perdona, que Dios siempre sigue salvándonos (pár. 218 y 219).

miércoles, 7 de enero de 2009

Constructor de cuentos

Hay que decirlo: no construye ni prosperidad ni riqueza, pero el presidente Zapatero-su gobierno-su partido-sus teles-sus periódicos son un potente constructor de cuentos: de cuentos simples y bonitos, que es como deben ser los cuentos infantiles para tener éxito entre los niños.

La eutanasia es que los enfermos muy enfermos e incurables dejen de sufrir.

La crisis económica, el paro, es culpa de George Bush, afecta a todo el mundo, y de los usureros inmobiliarios españoles. El gobierno no sólo no tiene la culpa de nada, sino que además garantiza el cobro del paro y de las pensiones, que los fachas del PP volverían a poner en peligro, como con el decretazo.

Se reforma la Ley del aborto no para que se aborte más, sino para que las pobres mujeres que tengan que hacerlo no se vean en peligro de caer en manos de jueces ultra-católicos. Se reforma la Ley de Libertad Religiosa no para atacar la de nadie, sino para garantizar la de todos.

Irak era malo, porque se hizo sin permiso de la ONU y matando civiles y para robar petróleo; Afganistán es bueno porque lo pidió la ONU y sólo se mata a integristas; hasta ahora hemos tenido poca gente porque estaba Bush, ese diablo; ahora vamos a mandar a más gente para luchar por la paz y la libertad y porque Obama es bueno y además es nuestro amigo.

Se da billones a los bancos para que estos se los den a las familias y a las pequeñas empresas y así todos volvamos a ser felices; no sólo eso, sino que eso no va a costarle nada al Tesoro Público.

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¿Se puede extrañar alguien de que pese a la recesión y a los tres millones de parados el PSOE siga 3 o 4 o 5 puntos por delante del PP? El PP no construye cuentos, sino unas historias pesadísimas y tristes, así jamás hará nada.

Le urge contratar un buen escribidor de historias.

lunes, 5 de enero de 2009

Coro y homilía

Misa de domingo de 12, en la parroquia. Como ya expliqué en el gran blog de Alemamá, hay allí dos coros: el que llamaríamos coro menor, 6 o 7 señoras bien intencionadas con un señor que toca la guitarra, con canciones fáciles que todos nos sabemos, y el coro mayor, buenas voces masculinas, buenas voces femeninas, un director, guitarras-triángulo-flauta, con canciones tan buenas y tan difíciles que todos los domingos han de repartir la hoja con la letra y la música. En la Misa de 12, en la que estuve, canta el coro menor; en la de 1, en la gran Misa del párroco, el mayor.

Y la homilía. ¿Cómo lo diríamos? Nuestra fe católica es como un edificio de 5 o 6 pisos, y cuanto más alto es el piso más elevados son las ideas y los sentimientos. Habitualmente, casi todos nosotros vivimos en el piso 1, el más bajo: "Dios existe, pídele cosas, Dios te vigila, no robes, no hagas maldades, no tengas relaciones fuera del matrimonio, ve a Misa el domingo, amén". A veces, con la gracias de Dios, subimos al piso 2: "Dios no sólo existe, sino que te oye y te quiere, háblale ahora; no sólo no hagas daño a los demás, ayúdales como te gustaría que ellos hicieran contigo; lee el Evangelio, Él ha venido a hablarte y ahí está lo que te dijo; has molestado a Dios, confiésate". ¿Alguno de nosotros llega a vivir en el 3?

Pues bien, una homilía, una buena homilía, es como un ascensor, que por unos minutos te sube al piso 3, al piso 4, al piso 5, te hace intuir las maravillas de nuestra fe, y lo lejos que podrías llegar si fueras un poco más santo. Al salir de Misa vuelves a bajar al piso 2 o al 1 en que vives, pero por unos minutos has estado casi en la azotea. Así, el cura habitual de las Misas de 12 de mi parroquia es buen predicador: todos los domingos llegas al piso 3, e incluso algunos al 4.

Este domingo vino uno nuevo. Al llegar el momento de la homilía, gran expectación: ¿a qué piso llegaríamos? Hay que tener en cuenta que el Evangelio había sido el inicio del de San Juan, lo que es como decir que tenía a su disposición un ascensor de tecnología atómica. Sin embargo, pronto gran desilusión: el mensaje era que somos egoístas y que no hay que ser egoístas sino querer a los demás porque es importante querer a los demás porque si no somos egoístas y no queremos a los demás ... Así 20 minutos. Es verdad lo que dijo, es heroico vivirlo, pero, tras ese Evangelio, ... Pronto empezaron a darse malos fenómenos, como que alguien hacía caer su bolso al suelo y todo el mundo miraba hacia allá, para entretenerse.

Salí algo triste de la iglesia, pidiendo a Dios que nos dé sacerdotes que sepan manejar los ascensores (al menos, hasta el piso 3).

sábado, 3 de enero de 2009

Año azul

Queda inaugurado el Año del Cielo

(salvo que prefiráis seguir en el Año de las Natillas: se aceptan opiniones, no vinculantes).